viernes, octubre 31, 2008

A las 5:20 del viernes 31

Siempre he creido y me han dicho que las noches son las màs difíles, pero nunca como ahora entendí el por qué. Cada vez que llego a casa, como hoy, tengo esas ganas incontrolables de llamarte, de saber de ti, de escuchar tu voz. Esa vana esperanza de pensar que tu también me extrañas, que tu también me sueñas, que tú me necesitas, como yo te necesito...pero luego caigo en la cuenta que solo a mi me pasa, que solo yo cuento los días, las horas, los minutos, solo yo extraño tu voz, tus manos, tus palabras. Solo yo extraño llamarte, solo yo extraño tus sueños, tus miedos, tus esperanzas. Solo yo lamento cada día no estar a tu lado, no escuchar tu respiración, no poder mirarte, no poder tocarte y no poder compartir contigo aquellas simplezas que armaban mi vida...A veces siento que no podré seguir, siento que la vida se aleja y no me deja nada, siento que se fue mi risa, mis sueños, mi todo, siento que me cuesta respirar y que no logro encontrar el rumbo. Los amigos me dicen que debo superarte e incluso yo se que debo hacerlo, pero nadie me enseña còmo se hace, nadie me dice como arranco los pensamientos, los recuerdos, el tiempo juntos, como entiendo lo que nos sucedió, como comprendo lo que te sucedió, còmo comprendo que ahora quieras a otra y no quieras estar a mi lado, ni siquiera por humanidad. Se que todo es patético y nada de lo que digo tiene sentido para ti, pero no puedo no decirlo, necesito escribirlo porque si no me dan esas ganas enormes de llamarte, de escuchar tu voz y correr a tu lado...hoy solo puedo escribirlo, hoy solo puedo llorarte, hoy solo puedo lamentarme de la mala suerte que tengo, hoy solo puedo pedirle a Dios -si existe- que me permita encontrar a alguien -como te lo concedió a ti- que me permita olvidarme de ti.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Siempre hay alguien que te escucha, te lee y te apoya.

Pero también hay alguien que, desde hoy o desde cuando tú quieras, no merece que lo subas a un pedestal.

Aprende a sentir decepción de quienes son capaces de cambiar de rumbo con una facilidad tal que evidencian lo poco que pueden querer.

¿Dónde quedó entonces ese supuesto amor?.

Ese es el punto, y ahí está la decepción in fraganti: no era verdad.

¿Vale la pena seguir recordando lo que era falso?.


Espectr@.

9:20 a. m.  
Blogger Katra said...

Tienes razón, no vale la pena...eso ya lo asumí y hoy he seguido mi camino. Gracias por tus palabras y tu tiempo. Adios

12:32 p. m.  

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